LA AVENTURA DE KICHIRO
Este es un hipertexto creado por Alexandra, Yury, Fernando y Marcela.
viernes, 11 de abril de 2014
sábado, 5 de abril de 2014
Pero mientras jugaban en ese
bosque con todo aquello que habían creado para ser felices con lo que la
naturaleza y la imaginación les brindaba, apareció el hombre que meses atrás
había maltratado a Jimbo. Kichiro estaba atónito ante la
mirada del hombre del que tanto habían huido. Pero el cazador no recordaba a
Kichiro porque nunca pudo ver su rostro mientras corría.
Camila se sintió confundida al
ver val hombre y la reacción que desató en Kichiro. El hombre se acercó a los
niños y les preguntó:
- ¿Ustedes viven cerca de aquí
pequeños? Hace meses busco un cachorro que escapó de mi casa y lo quiero
recuperar.
Muertos del susto, los niños
salieron a correr hacia la casa para proteger a Jimbo, pero el hombre los
siguió. Esto iba más allá de su mundo imagnario. Ojalá hubiese sido fantasía
pero no era así. Al entrar en la casa, Jimbo pegó dos o tres ladridos que
delataron su presencia.
El hombre lleno de furia golpeó
la puerta:
- Abran ya... quiero ver ese
perro. Llevo meses buscándolo y es mío.
La mamá de Camila, Ana, abre la
puerta, le pide que se calme y le hace seguir. El hombre queda maravillado ante
la belleza de la casa, que muy sencilla, le trajo recuerdos de un pasado que lo
llenaba de dolor. Pero también quedó maravillado con la belleza de aquella
mujer que atendió con amabilidad su grosero llamado a la puerta.
En un momento recordó la
fotografía que tenía en su mesa de noche. Había perdido a su esposa y su hija
en un accidente hacía varios años y desde entonces, su corazón se había llenado
de amargura y soledad. Y recordó también que el pequeño cachorro era una
promesa que le había hecho a su hija pero no pudo cumplir.
Kichiro, Camila y Jimbo,
escondidos escuchaban la conversación del cazador y Ana, quien le contó cómo había encontrado al
niño y al cachorro. El hombre se disculpó por tan lamentable hecho y le contó
la razón por la cual lo había hecho.
- Mi nombre es John. - Se
presentó – Y quiero mostrarle que algo como eso no volverá a suceder. Usted con
su amabilidad me ha recordado el amor por los animales y por los detalles de la
vida.
Los niños salieron de su
escondite, Jimbo aunque prevenido, se acercó a John y permitió que ,o
acariciara. Y como dando una muestra grande de perdón, el perrito empezó a
jugar con él.
Desde aquel día, Ana y John
iniciaron una nueva historia en la que Kichiro, Camila y Jimbo tenían todo el
protagonismo. Porque unos niños y un pequeño cachorro les habían enseñado que
los animales, la naturaleza y la vida son oportunidades de agradecer a Dios, para enseñar a otros, para compartir
y dejar volar la imaginación.
Kichiro y Camila no solo jugaban
en un mundo imaginario donde sus sueños se realizaban y enseñaban a otros a
cuidar de los animales con la pasión con que ellos lo hacían, sino que en su
mundo real, habían formado una nueva familia y alrededor de ella una gran
felicidad.
viernes, 4 de abril de 2014
Te pido por favor que cuando estén totalmente
recuperados tú y el perro, me lo dejes
en casa -al perro- ya que mi niña nunca
ha tenido una mascota y se que con
nosotros Jimbo sería muy feliz.
Al escuchar esta condición Kichiro acepta
complacido su petición. Al regresar a casa de su nueva amiga, Kichiro emprende una
nueva aventura en su vida sin imaginarse qué tan buena seria para él. Solo
duró seis meses la recuperación de Kichiro y su perro, tiempo durante el cual
Kichiro disfrutó plenamente del cuidado de una familia maravillosa y feliz. Él compartía
todo el tiempo con su amiga imaginándose
un mundo mágico y maravilloso donde los animales y humanos poseían una excelente relación. En este mundo todos
los animales tenían la capacidad de expresar
y comunicar sus sentimientos y emociones.
Juntos, crearon un lenguaje de señas especial
para comunicarse con los animales. A los monos les hacían gestos con las manos,
a los felinos con los dientes, a los
perros con silbidos, y así sucesivamente con cada especie de animal. Así,
durante tres meses, Kichiro y Camila –así se llamaba su incondicional amiga-
convivieron más de cerca con los animales, y se dieron cuenta de que el mundo
era mucho más grande y maravilloso de lo que los libros que habían leído les
podían contar.
Un día, Kichiro iba con Camila caminando por el bosque, cuando de repente se encuentran con más niños jugando y entre ellos realizando sonidos como los animales, Camila y Kichiro quedaron gratamente sorprendidos al observar que también imitaban estos sonidos y al preguntar descubren que ellos habían creado un mundo imaginario......
Un día, Kichiro iba con Camila caminando por el bosque, cuando de repente se encuentran con más niños jugando y entre ellos realizando sonidos como los animales, Camila y Kichiro quedaron gratamente sorprendidos al observar que también imitaban estos sonidos y al preguntar descubren que ellos habían creado un mundo imaginario......
miércoles, 26 de marzo de 2014
Kichiro estaba delirando,
no recordaba lo que le había pasando, se sentía tan débil que no sabía dónde se
encontraba. Cuando logra abrir sus ojos, se da cuenta que está en un lugar muy
tranquilo lleno de árboles corpulentos, donde el único sonido que se escucha es
el canto de las aves y a lo lejos logra divisar la sombra de dos personas.
¿Quienes serán? ¿Será el cazador con un amigo que viene a pegarme por soltar y llevarme
a su perro?
Nuevamente hace el
esfuerzo de abrir sus ojos y observa que no era el cazador sino una niña acompañada
de una mujer, pero su cabeza daba mil y una vuelta y no se podía poner de pie,
solo se decía a si mismo - ¡No logro recordar! -¿Por qué estoy aquí? ¿Dónde estará
Jimbo? ¿Quiénes serán esas dos personas? Hace el esfuerzo de recordar porque sabía
que las había visto en algún lugar pero no lograba acordarse en dónde.
Mientras hacia memoria
de donde había visto esos rostros, una delicada y dulce voz interrumpe su
pensamiento. ¿Quién eres? ¿Qué hacen aquí? ¿Cuándo llegaron? ¿Ese es perrito es
tuyo? ¿Cómo se llama? eran tantas las
preguntas que Kichiro no sabía cuál responder primero, solo la miraba fijamente
a sus ojos.
Kichiro dijo —hermosa y
tierna niña me puedes decir donde queda un aljibe cerca de aquí, porque tengo tanta
sed que no puedo ni hablar — ella le
contesta que muy cerca de su casa hay un lugar donde hay agua fresca y
cristalina para tomar. Kichiro vuelve a mirar a su perrito Jimbo lo alza para ir
a ese lugar y se da cuenta que una de sus patas esta lastimada y no puede
caminar. La niña le pregunta ¿cómo le sucedió eso? y él responde:
— recuerdo que salimos corriendo de un lugar al que no queremos regresar nunca más, y al correr Jimbo se tropezó con una piedra y cayó y no me acuerdo de nada más hasta que desperté acostado en este hermoso y encantador bosque.
— recuerdo que salimos corriendo de un lugar al que no queremos regresar nunca más, y al correr Jimbo se tropezó con una piedra y cayó y no me acuerdo de nada más hasta que desperté acostado en este hermoso y encantador bosque.
jueves, 20 de marzo de 2014
Fue tal el susto que Kichiro y
Jumbo corrieron sin tener claro a dónde iban, el tiempo transcurre muy rápido, rápido,
rápido……. Y en la penumbra del silencio, se escucha el latir de dos corazones
pump, pump, pump, pump, agitados por el millar de sensaciones que recorren los
cuerpos.
Sintiéndose desvanecer, los dos
caen en un sueño profundo, pero allí estaba, si, allí estaba, ¿quién?, no lo sé,
una figura, una transmutación. Oh, que será, no logro reconocer, ni
relacionarlo con algún ser viviente. Me está mirando, se está acercando, noooooo,
qué quiere, y ahora son dos las preocupaciones, el cazador y esa misteriosa
figura.
Guau, guau, guau... mis ojos se
empiezan a abrir lenta, muy lentamente, no logro reponerme, ¿quién soy? Y de
nuevo, guau, guau, guau, todo está oscuro, pero qué hago aquí, mi cuerpo estaba
suspendido en el aire y junto a mi están dos seres desconocidos, de nuevo caigo
en un sueño que me transporta a otra realidad en la que mi ser no es lo que soy
ahora……..
jueves, 13 de marzo de 2014
Kichiro tomó a Jimbo, lo escondió
entre sus brazos para protegerlo y se ocultó tras unos troncos apilados a un
lado de la cabaña. El cachorro ya había sufrido demasiado y no iba a permitir
que le hicieran daño de nuevo. Sin embargo, estaba muy asustado porque no sabía
de quién se trataba y era consciente de
que la cabaña debía tener dueño.
Mientras más se acercaba el sonido
de los pasos, más se angustiaba su alma tratando de preguntarse qué clase de
persona era aquella que tenía a Jimbo amarrado de la manera en que lo encontró.
¿Cómo sería su rostro? ¿Cómo sería con otras pesonas?
De repente, un hombre alto que
vestía un abrigo largo y sombrero, irrumpe en la cabaña. Al no encontrar al
cachorro se llena de ira y empieza a llamarlo con desesperación:
-
Sssssss....Ven aquí perro tonto. Ya verás cuando te encuentre. Te amarraré de
nuevo y esta vez pasarás más
tiempo sin comer. Eso te va a enseñar a no jugar conmigo... ¡Que salgas de dónde estés te digo!
Caminaba como un loco por la cabaña mientras
Kichiro lo observaba por una rendija desde su escondite y trataba de
tranquilizar a Jimbo que temblaba de susto.
Los miedos de Kichiro se
confirmaban. No era una buena persona al menos con el cachorro y dejaba ver sus
intenciones con sus expresiones de enfado:
-
Por eso es que odio los animales. No hacen más que dar problemas como si no
tuviera ya suficientes. Te venderé a
buen precio y me desharé de ti condenado perro. ¡Aparece ya!...
El hombre tomó un saco lo
suficientemente espacioso como para atrapar al cachorro y continuó buscando
dentro de la cabaña, pero al no encontrarlo decidió salir. Y
en su afán por hallar a Jimbo no rodeó la cabaña, sino que fue directamente
al aljibe ubicado a unos cuantos metros de la puerta trasera.
Allí encontró algunas huellas
frescas del pequeño Jimbo que había mojado sus patitas al beber el agua que
Kichiro le había ofrecido. Pero la ira del misterioso hombre creció al ver
trozos de pan que indicaban que alguien había entrado en su casa.
Regresó rápidamente para revisar
sus pertenencias, de manera que volvió a recorrer los espacios de la cabaña
observando con detalle que cada cosa estuviera en su lugar. Primero la cocina
llena de trastes viejos y una estufa de leña; luego la sala en la que exhibía
muebles forrados en pieles de reses y venados que él mismo cazaba; y finalmente la única habitación, donde había una cama, un armario de madera y una mesa
de noche con una fotografía en la que aparecía él junto con una mujer, una niña
y un perro.
Se sentó en la cama y tomó la
fotografía. La observó y su ira se transformó en tristeza olvidando
por un momento que estaba buscando algo o alguien. Pero en ese instante, Jimbo
empezó a chillar de miedo y los intentos de Kichiro por callarlo fueron
fallidos a tal punto, que la pila de troncos tras la cual se escondían se
derrumbó haciendo un estruendo enorme.
jueves, 6 de marzo de 2014
Al observar la emotiva reacción de los niños
Kichiro toma la decisión de enseñar a las personas estrategias de aceptación y
aprecio de los seres de la naturaleza. Para conseguir dicho objetivo, decide
embarcarse y comenzar su travesía en una pequeña canoa con redes, esperando conocer personas que mejoren su trato a los animales y demás seres de
la naturaleza. Se despide de su madre y
de su padre quienes muy tristes le aconsejan sobre los cuidados que debe tener. Ellos, le empacan en una pequeña talega algunos
alimentos y herramientas útiles para su supervivencia.
Kichiro empieza un recorrido lleno de aventura y después de navegar durante todo un día y admirar hermosos paisajes,
encontrándose cansado decide tomar un lugar como posada. En el fondo se siente el angustioso y repetido
chillar de un animal, al entrar en una cabaña que llama su atención, se
da cuenta que su habitante es un perrito maltratado y amarrado. El
protagonista de nuestra historia decide soltarlo rápidamente para aliviar su
tortura y nuestro personaje doméstico decide velozmente saltar a sus brazos, con
grandes lambetazos que lavan su rostro.
Kichiro se acerca a un aljibe cercano de donde recoge un poco de agua, saca de su talega una hogaza de pan y se la da mientras que sorprendido le dice
- ¿Dios….Quién te ha hecho tanto daño?....
Por unos cuantos minutos se queda pensando y menciona:
-¿Qué nombre te pondré?...¿A qué te pareces??? Tritón….No no….Ícaro….No…no…¡Jimbo!... por tus grandes orejas.
Kichiro después de alimentarlo se dispuso a desamarrar a Jimbo ya que los lazos lastimaban las extremidades del cachorro. Cuando de pronto, sintió unas grandes pisadas que se aproximaban, Kichiro palideció y se quedó en un profundo silencio….
Kichiro se acerca a un aljibe cercano de donde recoge un poco de agua, saca de su talega una hogaza de pan y se la da mientras que sorprendido le dice
- ¿Dios….Quién te ha hecho tanto daño?....
Por unos cuantos minutos se queda pensando y menciona:
-¿Qué nombre te pondré?...¿A qué te pareces??? Tritón….No no….Ícaro….No…no…¡Jimbo!... por tus grandes orejas.
Kichiro después de alimentarlo se dispuso a desamarrar a Jimbo ya que los lazos lastimaban las extremidades del cachorro. Cuando de pronto, sintió unas grandes pisadas que se aproximaban, Kichiro palideció y se quedó en un profundo silencio….
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