viernes, 4 de abril de 2014

Te pido por favor que cuando estén totalmente recuperados tú y el perro, me  lo dejes en casa -al perro- ya que  mi niña nunca ha tenido una mascota  y se que con nosotros  Jimbo sería muy feliz.

Al escuchar esta condición Kichiro acepta complacido  su petición. Al regresar  a casa de su nueva amiga, Kichiro emprende una nueva aventura en su vida sin imaginarse qué tan buena seria para él.  Solo duró seis meses la recuperación de Kichiro y su perro, tiempo durante el cual Kichiro disfrutó plenamente del cuidado de una familia maravillosa y feliz. Él compartía todo el tiempo con  su amiga imaginándose un mundo mágico y maravilloso donde los animales y humanos poseían  una excelente relación. En este mundo todos los animales tenían  la capacidad de expresar y comunicar sus sentimientos y emociones.



Juntos, crearon un lenguaje de señas especial para comunicarse con los animales. A los monos les hacían gestos con las manos, a  los felinos con los dientes, a los perros con silbidos, y así sucesivamente con cada especie de animal. Así, durante tres meses, Kichiro y Camila –así se llamaba su incondicional amiga- convivieron más de cerca con los animales, y se dieron cuenta de que el mundo era mucho más grande y maravilloso de lo que los libros que habían leído les podían contar.

Un día, Kichiro iba con Camila caminando por el bosque, cuando de repente se encuentran   con más niños jugando  y  entre ellos realizando sonidos como los animales, Camila y Kichiro quedaron gratamente sorprendidos al observar  que también imitaban estos sonidos y al preguntar descubren que  ellos  habían creado un mundo imaginario......


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